29.01.2016 / Actualidad
Si hay algo característico en la sidra es la forma de servirse, ya que hay escanciarla, es decir, hacer que el líquido golpee contra el borde del vaso. Es muy habitual que en la sidrería nos pregunten por qué la sidra debe ser escanciada y nosotros siempre explicamos que sólo así conseguiremos disfrutar de su sabor.
Al golpear la sidra contra el vaso se volatilizan sus precursores aromáticos y se potencian sus propiedades organolépticas. Esas pequeñas burbujas que vemos al escanciar la sidra son las que permiten arrastrar su aroma y hacerlo llegar hasta nuestra nariz, por eso se sirve en vasos anchos. La sidra hay que beberla lo antes posible, para que no pierda ese punto de carbónico adquirido en el escanciado, y es por ello por lo que no conviene llenar demasiado el vaso.
Como veis, es importantísimo servir de forma adecuada la sidra y, por eso, en Petritegi queremos ponérselo fácil al consumidor. Es así como decimos colocar a todas nuestras botellas de sidra un corcho escanciador con el que conseguimos un correcto escanciado de la sidra en mesa. ¡Atraparemos en nuestro vaso la esencia de Petritegi sin derramar ni una sola gota!
Al margen del escanciado, hay otra serie de pautas que en Petritegi siempre recomendamos llevar a cabo para disfrutar al máximo de las cualidades de la sidra. La temperatura de consumo óptima está entre 10 y 13º C y, tal y como indicábamos anteriormente es mejor utilizar un vaso ancho y fino.
Al ser un producto natural no filtrado, con el tiempo tiende a reposar parte de sus propiedades en el fondo de la botella, por eso, antes de abrirla es conveniente agitarla para homogeneizar su contenido. Y una vez abierta, no dejes que se estropee, es mejor consumirla cuanto antes para no dejar que pierda sus propiedades. ¡Y lo mejor disfrutarla con un delicioso menú de sidrería!
En este video os enseñamos cómo servir nuestra sidra en botella.
